Mi alma se entristece y
llora cuando ve tanta ignorancia, consentida, en tantísimas personas. Con lo bonito
que es investigar, no quedarse con lo que a primera vista te quiere inculcar
algunos, sino investigar, preguntar, orientase… Se dejan llevar por los mismos
hilos y por quien comenté en “pobres progres”, porque, y no nos quepa la menor
de las dudas, son los mismos, son los que no quieren ver a la familia unida,
quieren el aborto, quieren las fiestas satánicas, los saraos desenfrenados… y
por supuesto la noche de Halloween, obra diabólica por excelencia. Ellos, los
niños y no niños, sin saberlo, unos y los otros a sabiendas, están invocando y
evocando al maligno, a Satanás y a sus seducciones. Lo toman como una fiesta de
niños, pero de niños no tiene nada, es mucho más serio de lo que nosotros nos
pensamos, va mucho más allá de lo que nos podemos imaginar. Es lo contrario de
la Noche Buena, lo contrario de la vida, la paz, el amor y la alegría; es la
muerte y muerte espiritual, que es mucho más peligrosa que la física.
Se ha filtrado, de tal
manera, en nuestros ambientes y forma de vivir que se ven, como, obligados a
hacerlo. El Diablo es muy astuto y ataca a la pasividad de las personas, les
dice: Dios no existe, es un cuento y claro si es un cuento tampoco creen en
Satanás y este obra a sus anchas y se lo lleva, a todo el mundo, a su redil.
Y para muestra un
botón; os voy a exponer una noticia de un informativo muy conocido y sacad
vuestras conclusiones.
¡Ex-Satanista habla de Sacrificios de Niños en
México por Halloween! ¡Alarmante!
Hace varios años, un periódico nacional
publicó el testimonio de una mujer que confesó haber formado parte de una secta
satánica y donde advertía a los mexicanos sobre los peligros de permitir a sus
hijos el celebrar el “Halloween” o la “Noche de Brujas”.
El diario “El
Norte” reprodujo en 1992 las declaraciones de Cristina Kneer de
Vidal, quien fue esoterista, satanista y espiritista de origen estadounidense y
que vive en Hermosillo (Sonora), quien reveló que cada 31 de octubre decenas de
jóvenes y niños son sacrificados en todo México por grupos satánicos.
Kneer reveló
además que en ese entonces en el país habría unos mil 500 “adoradores de Satán”
quienes se distribuían principalmente en ciudades como Guadalajara, Monterrey y
México.
Según Cristina
Kneer, ‘miles de personas han adoptado sin saberlo una costumbre satánica y con
ello están propiciando el crecimiento del satanismo en México, sobre todo en
las grandes urbes’.
Su experiencia
El diario El
Norte difundió que la mujer pasó mucho tiempo cerca del satanismo, conoció la
maldad y la perversión de muchos satanistas con los que convivió. ‘Son temas
poco conocidos, practiqué la meditación y aunque ahora me arrepiento, llegué a abominar
a Dios’, indica.
Según Kneer, el
satanismo existe en todo el mundo y su práctica es tan antigua como la
adoración a Yahvé. Señaló que muchas personas ambiciosas firman un “pacto con
el diablo” y a cambio de riqueza y poder, ofrecen su “alma”.
“Pagan
un precio terrible, nunca más llegan a tener paz y son brutalmente castigados
aún después de su muerte”, afirmó y añadió que reconocer a un
satanista es muy difícil, pero a veces se trata de políticos, artistas,
funcionarios o comerciantes que gozan de mucho prestigio, aunque “eso no quiere
decir que todos los políticos sean satánicos”, aclaró Kneer.
Misas
negras
La mujer también
sostuvo que en fechas como “Halloween”, los satanistas ofrecen “Misas Negras”.
‘Las misas se ofician en el campo o en edificios cerrados fuertemente vigilados
y se inician con la invocación de Satán que muchas veces no se presenta porque,
a diferencia de Dios, no puede estar en todas partes’, explica.
Agregó que “a
mitad de la misa son sacrificados animales como gatos, perros y cuando la misa
es muy importante, como la de Halloween, se realizan sacrificios humanos”. ‘Se
eligen preferentemente niños porque son los que aún no han pecado y son los
preferidos de Dios y antes de ser sacrificados son violados para despojarlos de
su pureza’, reveló.
Las fiestas
satánicas, siempre según la mujer, se celebran en ocho distintas fechas, aunque
la más importante es la fiesta de Samhain o Halloween del 31 de octubre en que
se celebra el año nuevo satánico. ‘Es como si se celebrara el cumpleaños del
Diablo’, explica.
A las víctimas,
asegura, se les sacrifica extrayéndoles el corazón que es comido entre los
presentes, luego el cuerpo es cremado y echado al mar. ‘Para los satanistas es
muy fácil deshacerse de los cadáveres porque (los celebrantes) son personas muy
importantes’, asegura.
Actualmente,
Kneer y otras mujeres que han participado en cultos satánicos tienen un grupo
denominado SAL que pretende enviar a los satanistas un mensaje de esperanza y
la petición de que no hagan más daño. ‘Cualquier satanista que lea esta
información y que quiera rechazar o abandonar el satanismo puede hacerlo con
ayuda de Dios, como ya lo hemos logrado nosotras’, señala.