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domingo, 27 de abril de 2014

BREVE HISTORIA DE LOS PAPAS MÁS RELEVANTES Hasta el año 686 Juan V

73º Papa.- Teodoro I, a la insistencia del nuevo emperador Constantino II Pogonatos, de seguir promulgando el monotelismo, convocó un concilio en Letrán, que debía celebrarse en el mes de noviembre del 649, para fijar la doctrina de la Iglesia sobre la cuestión debatida. La muerte le impidió asistir al concilio que había convocado, ya que falleció el catorce de mayo de 649 victima, al parecer, de un veneno.
Durante su papado añadió el título de soberano al de pontífice y reorganizó el clero romano.
74º Papa.- San Martín I, fue consagrado antes de que llegase la aprobación imperial. Durante su papado se celebró por primera vez la fiesta de la Virgen Inmaculada, el veinticinco de marzo.
Volvió a convocar el Concilio de Letrán, y en él se condenó el monotelismo, resultando ser, con ello, una clara manifestación de la independencia del Papa frente al imperio bizantino, el llamado cesaropapismo oriental. A dicho concilio asistieron más de cien obispos y en él, con el monotelismo, fueron confirmadas las condenas lanzadas por el papa Teodoro I contra el Ectesis del emperador Heraclio, el Typos de Constantino II y los patriarcas Sergio, Pedro y Pirro.
Enterado de ello, el emperador Constantino II ordenó a su gobernador Olimpio, que fuese a Roma, detuviese al papa san Martin I y lo llevase a Constantinopla, Olimpio murió antes de poder hacerlo, pero el 17 de junio de 653 el nuevo exarca Teodoro Calíope, cumplió la orden del emperador con un rigor tan cruel que, durante los catorce meses que duró el viaje, el Papa, enfermo desde antes de iniciarlo, no pudo disponer ni siquiera de agua para lavarse la cara y las manos. En uno de sus escritos, puede leerse: <<Me martiriza el frio, sufro hambre y estoy enfermo, pero ofrezco al Señor estos sufrimientos para que conceda a mis perseguidores la conversión y el arrepentimiento después de mi muerte>>.
Ya en Constantinopla, fue condenado a muerte, y aún así seguía sin aprobar el monotelismo. Tres meses después le fue levantada la pena capital pero fue exiliado al Quersoneso, la actual República de Jutlandia, y depuesto del pontificado.
75º Papa.- San Eugenio I, fue elegido Papa por expreso deseo del emperador Constantino II, un año antes de la muerte del papa san Martin I. Ni el nuevo Papa ni el clero romano se opusieron a la voluntad del emperador temiendo que, de hacerlo, nombrase un Papa monoteísta.
Pese a ello, y verdadero Papa ya tras la muerte de san Martin, demostró permanecer en la fe y no temer las represalias del emperador cuando rechazó la carta que le envió Pedro, patriarca de Constantinopla, por  contener graves errores monoteístas; cuando se negó explícitamente a aceptar la profesión de fe que había dictado el mismo emperador, y, sobre todo, cuando hizo saber en toda Europa las torturas y persecuciones a que había sido sometido san Martin I por orden del emperador, y su muerte a causa de ellas, por lo cual pudo haber sido tratado como su predecesor de no haber muerto antes de que el emperador hubiese tenido tiempo de dictar dicha orden.
San Eugenio I ordenó que los sacerdotes observasen castidad perpetua.
Se le atribuye muchos milagros.
76º Papa.- San Vitaliano, fue el primer Papa que autorizó el uso del órgano en las ceremonias religiosas y tuvo el privilegio de asistir a la conversión de los lombardos al cristianismo.
Impulsado por su creencia en el monotelismo, y para debilitar al papado, el emperador Constantino II trató de separar de ella a la Iglesia de Ravena, apoyando en sus pretensiones a Mauro, su obispo, pese a lo cual, cuando murió el emperador Constantino III- su sucesor- el Papa apoyó a su sucesor legítimo y hermano, Constantino IV. Agradecido al Papa, Constantino IV impuso un cambio en la política religiosa del imperio y convocó un concilio en Constantinopla para acabar con el monotelismo. Acabado éste, Constantino IV se vio enfrentado a sus hermanos menores, al Senado y a una sublevación de parte del ejército en Anatolia, que atajó haciendo cortar la nariz a sus hermanos y ejecutando a los líderes del motín.
El Papa se vio obligado a excomulgar al obispo de Ravena, Mauro.
77º Papa.- Adeodato II, fue el primer Papa que usó en las lecturas la fórmula Salutem et apostolicam benedictiomem y, como su predecesor, apoyó a Constantino IV, lo que le valió su apoyo para la causa del papado.
Desarrolló una gran labor apostólica al iniciar la conversión a la verdadera ortodoxia de los maronitas, cristianos de origen sirio, que toman su nombre de san Marón, un ermitaño que vivió en el siglo V en la región de Apanema (Siria) y que había recibido del Señor el don de sanar a los enfermos; murió en el año 410.
Volviendo al Papa, un peligro mayor que los anteriores amenazaba a la cristiandad: la llegada de los ejércitos árabes que, al abandonar el asedio a Constantinopla, llegaron a Sicilia en el año 673 y se apoderaron de Siracusa.
78º Papa.- Dono, los mejores logros de este papado fueron el cese del cisma con la sede de Ravena, que había originado Constantino II en tiempos del papa Vitaliano, y la casi desaparición de la herejía monotelita gracias a la buena voluntad del emperador Constantino IV.
79º Papa.- San Agatón, fue Papa con más de cien años de edad.
A petición de Constantino IV convocó el sexto Concilio Ecuménico de la historia en Constantinopla, asistieron ciento setenta obispos, el Papa envió una profesión de fe en la que reafirmaba que en Cristo hay dos naturalezas: una divina y otra humana. El concilio, al que se le conoce con el nombre de Trullano por ser ése el nombre de la sala en forma de cúpula- trullus- en que se celebró la sesión, lo aprobó y condenó con ello el monotelismo y el resto de las doctrinas heréticas que habían distanciado a la Iglesia oriental de la de Roma.  
80º Papa.- San León II, terminó el concilio que san Agatón había empezado, y que este no terminó por su fallecimiento, confirmando lo acordado en dicho concilio.
Introdujo el agua bendita en determinadas ceremonias religiosas; instituyó su aspersión sobre el pueblo, e incluyó en la misa el beso de la paz.
81º Papa.- San Benedicto II, para que en el futuro, se pudiese abreviar la vacante de la Santa Sede tras la muerte de un Papa, obtuvo del emperador Constantino IV un decreto que eliminaba el trámite de la confirmación imperial y que la sustituía por una- más fácil y cercana- de su exarca en Italia, el gobernador de Ravena, dejando así sin validez el decreto del emperador Justiniano y dando un paso adelante muy importante para desligar a la Iglesia de Roma del poder del emperador de Bizancio- Constantinopla.
Continuando la obra del papa san León II, y con el fin de suprimir el monotelismo presente aún en algunas Iglesias, ordenó a Macario, antiguo obispo de Antioquía, que los obispos españoles acataran los decretos del VI Concilio Ecuménico y apoyó la causa de san Wilfredo de York.
Los obispos españoles se reunieron en concilio en Toledo y recibieron y aprobaron los decretos emanados del VI Concilio Ecuménico, III de Constantinopla, enviando al Papa una confesión de fe con sus firmas al pie. El Papa les pidió, pese a ello, algunas aclaraciones y los obispos españoles convocaron el XV Concilio de Toledo, en el que se ajustaron en todo a las definiciones teológicas emanadas de los anteriores concilios ecuménicos.
Apuntes de interés:
Durante el dominio de los visigodos se celebraron en España una serie de asambleas de carácter eclesiástico, político y jurídico que tuvieron lugar en la ciudad de Toledo desde el año 589- fecha en que se celebró el IIIConcilio- hasta el 702- año del XVIII Concilio y último-.
 Los dos primeros Concilios de Toledo se habían celebrado antes de la conversión visigoda al catolicismo, el primero en el año 400, para rebatir el priscilianismo, y el segundo en el año 527, cuando los visigodos eran aun arrianismos.
A partir del año 633- IV Concilio de Toledo, presidido por san Isidoro, arzobispo de Sevilla-, cada uno de ellos pasó a ser llamado Concilio General Visigótico.

82º Papa.- Juan V (685-686)

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